Andrés Nara: "Diego Forlán se arrepentirá de la mujer que se perdió"

El padre de Zaira niega que hayan extorsionado al jugador por mensaje de texto. Y afirma que sí se habló de una “mensualidad” post boda, en caso de que su hija no trabajara.

“Zaira está confundida con todo esto. Ella siempre dice que no le importaba lo que tenía, ni lo que iba a tener. Tenía sus compromisos. Dejó muchas cosas por él... y mirá cómo terminó todo.” Las palabras de Andrés Nara suenan pesadas. Cabizbajo, el padre de Zaira habló con PERFIL y midió cada palabra que expresó. Es que el último jueves por la noche, su hija le hizo un pedido: “No salgas a decir más nada, papi. De ahora en más, que digan lo que quieran”.
Andrés tuerce un poco el deseo de su hija y decide defenderla frente a la catarata de trascendidos que surgieron luego de la noticia de la suspensión de su boda con Diego Forlán. Al parecer, conflictos de intereses económicos entre ambas familias salieron a la luz como causa de la separación.
Fueron tres años de noviazgo. A solo cuarenta días de dar el sí, decidieron suspender una boda soñada en Uruguay, planeada para este 29 de julio. Las versiones afirman que Zaira y Diego no se habrían puesto de acuerdo frente a un contrato prenupcial. No es para menos: él tiene uno de los contratos más importantes de España: cobra cuatro millones de euros por temporada.
La noticia se hizo pública el domingo pasado cuando, en Twitter, Zaira escribió: “Ahora lo que les puedo decir es: menos mal que no me casé”. Frente al silencio de los protagonistas, los trascendidos no se hicieron esperar: en Uruguay, donde el periodismo chimentero alcanzó un inédito y máximo esplendor, un periodista hizo público un supuesto mensaje vía SMS que Diego Forlán habría recibido en su celular. “O me depositás 200 mil euros o salgo a decir que sos gay”, diría el texto.
El culebrón mediático también sumó terceras en discordia. Se habló de María Raquel Denis, una conductora de televisión uruguaya, y de una modelo llamada Stefin Ortega, a quien Diego conoció en Lotus, un boliche top de Uruguay al que concurrió esta semana luego de la ruptura con Zaira.
Sobre las posibles infidelidades de Diego a Zaira, Andrés prefiere no hablar. “Están diciendo cualquier cosa y nos están volviendo locos. Sé que éstas trabajando, pero mi hija me pide un poco de reserva”, dice Andrés, amable.
—Por eso mismo: nos interesa aclarar las versiones. Empecemos por el mensaje de texto que dicen que Zaira le mandó a Diego pidiéndole 200 mil euros a cambio de no salir a decir que él es gay.
—Todo mentira, eso no existe, no hay nada de eso. Hablamos con la abogada para que saquen el número y digan quién fue. Cualquiera puede mandar un mensaje así.
—¿Van a iniciar alguna acción legal?
—No queremos hacer nada, no queremos más revuelo, no está en nuestro ánimo. Queremos que él siga con su vida; es súper exitoso, un gran jugador, un buen ser humano. Y que ella haga lo mismo y chau. Esto se fue un poco de la lógica.
—¿Es cierto que Zaira no pudo entrar al edificio de la calle Cuba porque le cambiaron la cerradura?
—Es verdad, eso pasó. Igual, no creo que haya sido Diego.
—¿Quién fue entonces?
—Te pido por favor, ya te estoy contando bastante.
—Se habló también de que le habías pedido a Zaira y Diego que te compren unos motores para tu lancha, ¿es cierto?
—Una boludez. Estoy armando una lancha. Le pedí a los chicos que me traigan unos comandos para el tablero que me faltan. ¿Sabes cuánto pesa cada motor de esos? 400 kilos. Es imposible que me los hayan traído ellos, como se dijo.
—La madre de Forlán dijo que “los Nara son un arsenal mediático”...
—Yo salí veinte minutos a hablar en una radio, a Wanda le pusieron un micrófono el jueves cuando fue a una exposición de autos y Zaira se guardó totalmente. ¿De qué mediático me están hablando? No dijimos nada. Ahora ellos son los serios, que no opinan, ¡por favor! Está todo cambiado. Nosotros tenemos otro perfil.
—¿Quedaron enemistados con la familia?
—Para nada. Dijeron que yo conocía a la madre y no la conozco. Yo conozco a Pablo, el hermano, y a Adriana, su hermana. Conviví con ellos unos días en Madrid. No tenemos mala onda con nadie. No podés estar enemistado con una persona con la que no tuviste amistad.
—¿Zaira le había pedido 20 mil euros mensuales para gastos luego de que se casen?
—El tema es así: si ella deja de hacer cosas y él le dice: “No te doy lo que tengo” y “no te voy a dar lo que voy a recibir”, tiene que haber un pacto: si ella no trabaja, ¿qué tiene?, ¿qué le queda? Nada. Algo de eso se conversó, pero no sé si se llegó a buen puerto.
—¿Es cierto que ella había dejado parte de su carrera por él?
—Sí, pero quería seguir trabajando en España. El propio Diego le había dicho que no hacía falta. La limitaba en ese sentido porque era obvio: la plata de él es siempre superior a la de ella.
—¿Cómo está Zaira?
—Está mejor, saliendo. Tiene la cabeza enloquecida con todo esto. Imaginate lo que es para una mujer estar a cuarenta días de casarse y enfrentarse a ciertos puntos que la decepcionaron.
—¿Qué puntos?
—Ella pensó que iba él se iba a manejar de otra forma. Ella es una lady en todo sentido, una mujer increíble. Esto te lo aseguro: este chico se va a arrepentir cuando se dé cuenta de la chica que perdió, nunca jamás va a poder conocer una chica igual ni con sus códigos. Tengo años de vuelo y conozco gente de todos los ambientes, te lo puedo garantizar.
—¿Fue usted quien insistió a Zaira para que aceptara firmar un contrato prenupcial por un par millones?
—Nosotros estamos abocados a ellas desde el amor. Nuestra vida la tenemos más o menos hecha. Desde siempre nos ocupamos de llevarlas a los castings, les hacemos los trámites, pero muy lejos estamos de interceder en algo tan personal como es el matrimonio.